Testimonio monumental de las murallas que antaño rodeaban Valencia, durante siglos fueron la principal entrada a la ciudad. Sus puertas se abrieron para recibir a reyes y sus muros protegieron los tesoros del Museo del Prado durante la guerra civil de 1936.
Construidas en el siglo XIV, la puerta norte de Valencia está inspirada en las torres que dan acceso al monasterio de Poblet, pero estas, modernizadas, fueron concebidas como un gran arco del triunfo, para mostrar Valencia como una ciudad rica y poderosa en su tiempo.
Desde lo alto se pueden contemplar unas de las mejores vistas de la ciudad: hay vistas privilegiadas de todo el jardín del Turia. Una de las rutas más agradables parten de estas torres para recorrer el río hacia el mar y la Ciudad de las Ciencias.